miércoles, 24 de marzo de 2010

El castillo Mayor de Estella y el castillo de Foix y el obispo de Comenge



Estella, gracias a sus paisanos y entre ellos al ilustre Pedro de Labrit, tiene muchas vinculaciones en territorios que no siempre nos son conocidos. La zona de Foix y las comarcas del Pirineo Medio francés, que pertenecieron a Occitania, han compartido importantes momentos de nuestra Historia.
Foix es un territorio que perteneció a los reyes de Navarra. Está situado en la vertiente norte de los Pirineos, en la zona de Andorra. Conserva un castillo magnífico, construído por los reyes navarros. La útima reina de la Navarra de las dos vertientes del Pirineo, era Catalina de Foix, esposa de Juan de Albret o Labrit.
Entre las distintas torres del castillo de Foix destaca una por ser circular y muy esbelta. La hicieron con tanta altura que tuvieron que asegurarla con un gran contrafuerte exento y un arbotante. Es una torre que nos puede ayudar a entender algunos detalles de nuestro castillo de Estella.
En el castillo Mayor de nuestra ciudad, castillo real, se edificó primero una gran torre en la zona más alta de la peña. Debía tener una considerable altura. Era circular, como la de Foix. Pero en el caso de Estella, era la torre Mayor, lo que en otros reinos llaman torre del Homenaje. Todavía se pueden apreciar restos de la planta circular. Pero también se ven unos sillares adosados que nos hacen pensar que esta gran torre, como la de Foix, necesitó de un gran contrafuerte. En el caso del castillo real de Estella, el contrafuerte estaba adosado directamente sobre la torre, dándole la consistencia adecuada.
Como todo se relaciona, cerca de la región de Foix, en el Midi-Pyrénées se encuentra la ciudad de Comenge. De allí fue obispo un estellés ilustre. Hablamos de Don Pedro de Labrit, hijo natural del rey Juan de Labrit. Pedro de Labrit nació y murió en Estella y está enterrado en el altar mayor de la parroquia de San Juan.
El obispo Pedro de Labrit durante años egerció de agente, algunas veces secreto, para conseguir que los reyes de España devolvieran el reino de Navarra a sus legítimos dueños, que en este caso eran de su familia. En 1561 presidió la embajada que se presentó en Roma, de parte de los Príncipes de Bearne, para conseguir del Papa que exhortase al Rey Don Felipe II a restituir el reino de Navarra a D.ª Juana de Labrit, casada con Antonio de Borbón, Duque de Vandoma.
El obispado de Comenge tiene todavía más vinculaciones con Estella. En la ciudad del Midi termina una de las etapas del Camino de Santiago, conocido como “Chemin du Piedmont”.
La importante e intensa Historia de Estella desborda los límites de Navarra y en muchas ocasiones se relaciona con ambas vertientes del Pirineo. El Pirineo, lejos de separar ha sido siempre un fuerte nexo para sus pobladores.
Toño Ros Zuasti.

martes, 16 de marzo de 2010

Un equipo de lujo para un buen libro

Desde hace cinco años, estoy envuelto en la aventura de sacar adelante un libro con el título “El nacimiento de Estella y sus castillos”. Entonces, cuando empecé, no pensé que me iba a costar tanto tiempo. Pero conforme el libro iba cobrando vida se complicaba y quería abarcar muchos más aspectos. En esta progresiva evolución creí que tenía que rodearme de amigos que desde ángulos distintos de la creación, aportaran su impronta a un poceso de formación de una ciudad que tanto les fascinaba y sobre el que hemos compartido muchas reflexiones.
Para escribir un libro hay que comprometerse con personas que amen los libros, las palabras, los espacios, la ortografía... Yo tuve la suerte de contar con un amigo, que me obliga a leer y releer una y otra vez, el trabajo realizado hasta depurarlo y dejarlo muy atractivo. Mi amigo Regino Etxabe es mi editor que cumple muy bien su función de marcar profesionalmente al escritor hasta obligarle a sacar todo el provecho de su escritura. Uno de los retos que teníamos en este libro de pronta aparición era recrear idealmente el castillo Mayor. Con mis amigos Juan Sukilbide y Marijose Rekalde recorrimos en varias ocasiones, las distintas torres que arruinadas se quieren esconder entre el relieve de las peñas que vigilan San Pedro de la Rua. A Juan le gustan los castillos, las ruinas, la Edad Media. Muchas veces en sus cuadros se ha zambullido en la espiritualidad y misterioso simbolismo de esa época. Marijose es intuición, inmediatez, frescura, inteligente inocencia y todo eso lo empeñó en un dibujo del castillo Mayor que describe los torreones circulares, los imponentes muros defensivos junto con la sencillez de unas líneas elegantes y precisa. Tanto el cuadro que pintó Juan Sukilbide, como el dibujo de Marijose Rekalde, son pilares importantes de la edición del libro. Otro amigo fotógrafo, Antonio Arenal, va a incluir diez fotografías de autor inspiradas en Estella y su Lizarraldea. Antonio es un perfeccionista de la luz y el color y una garantía de calidad y honestidad profesional. Importante es la confianza en Diego Echeverría, que además de paciencia nos ha ofrecido la seguridad del bien hacer tanto en la maquetación como en las fotografías que acompañan al texto.
Gracias a este equipo de lujo puede salir adelante un buen libro.